Esta vez lo han firmado todos los sindicatos, incluido CCOO. Son STAP-Canarias, Asipal, USO, UGT, CSI-CSIF, IC. Afirman que la actitud del jefe de Policía sucede porque el alcalde con prepotencia y deslealtad a sus propias promesas, utiliza el rodillo para tratar de imponer sus conveniencias, pues así actuó y manipuló a la policía cuando fue concejal, generando los conflictos que propició por su habitual proceder, y parece que los años no le han cambiado, ahora vuelve desde su posición de máximo responsable municipal, pero no para respetar ni para solventar los conflictos y las reivindicaciones del colectivo, sino para castigarlos y generar un profundo malestar que traerá consecuencias, algo que su antecesora no habría permitido.
Lo grave es que lo hace valiéndose de la figura del Jefe de la Policía Local, (puesto de su máxima confianza que evidentemente debe el cargo a quién lo puso y se tiraría por un puente si se lo dijesen), aunque lo malo es que en la caída quiere arrastrar a los inocentes, y por ahí no pasamos ni el colectivo ni los representantes sindicales en una “irresponsable y kamikaze obediencia debida”.
El comisario jefe, en un gesto de sumisión absoluta, y lejos de retraerse o buscar otras alternativas y sugerencias menos agresivas como es su deber, por el contrario, obedece ciegamente la instrucción del político y del Área, hasta el punto de alterar y vulnerar los derechos de un acuerdo corporación-funcionarios perfectamente vinculante, y siendo norma de aplicación interna para todos los funcionarios sin excepción, y lo hace tratando de escudarse en una infundada necesidad de servicios, usando para vulnerar dichos derechos a los mandos intermedios, los cuales le han plantado cara duramente ante la pretensión de que estos responsables de la distribución de los servicios les impongan a la plantilla una ilegalidad, e incluso atenten contra la protección de datos de carácter personal y familiar al exigir datos confidenciales para el establecimiento forzado de las vacaciones fuera de la temporada estival como ahora por primera vez en la historia se les exige.
A esto hay que añadir que dichas ordenes las ha dado el Jefe de forma verbal, y cuando le han exigido su responsabilidad por escrito, ha tardado más de una semana, y lo ha hecho con un documento ambiguo e incoherente, donde no se recoge la instrucción verbal de forma clara ni los criterios para tales decisiones, en otro gesto de seguir eludiendo su responsabilidad que podría entrañar una acción disciplinaria administrativa e incluso penal por agredir los derechos de los trabajadores, en este caso empleados públicos.
Desde la propia dirección del Área y la Jefatura, no solo se ha ninguneado sistemáticamente a los representantes sindicales y vulnerado los derechos de participación y negociación, porque desde la alcaldía y estos en complot, se quiere aplicar el rodillo sobre un colectivo del que no han querido ni sabido solventar sus carencias por su incompetencia, y esa incapacidad la descargan sobre los que no aceptamos esas conductas antidemocráticas y sobre los agentes, que obviamente discrepan de las formas y se van desmoralizando por culpa de estas impresentables gestiones.
Los sindicatos y la policía actuarán en consecuencia ante la gravedad de los hechos, y tomarán decisiones importantes incluyendo movilizaciones, si no se reconduce la situación a partir de la próxima semana
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